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¿La filosofía es algo superado?

Foto del escritor: Sapere AudeSapere Aude

La filosofía es aquella ciencia que estudia las últimas causas de la realidad a la luz de la razón. En estas últimas causas se pueden englobar millones de cuestiones de toda índole. A la filosofía le interesa el qué y el por qué de las cosas, no tanto el cómo que se lo deja al ámbito de las ciencias particulares.


El qué y el porqué de este cosmos que nos rodea, de nuestra existencia, de lo que se puede conocer de este mundo, del ser y su existencia, del transcurso del tiempo, de lo que realmente nos hace felices por ser personas humanas, de quién es el hombre, y en consecuencia qué derechos tiene, qué dignidad y qué papel juega la libertad en él.


La filosofía pone las bases de nuestro vivir, ayuda a encontrar un sentido a nuestra esencia y existencia y te da las herramientas para que inicies una búsqueda de qué es lo que va a hacerte feliz.


En filosofía no se te dará una lista cerrada de convicciones a seguir, de un elenco de normas éticas a cumplir, etc.. sino que te dará las herramientas para que te acostumbres a pensar, a reflexionar, a usar la libertad de modo racional y a decidir la mejor opción.

A mi parecer la filosofía tiene mucho que ver con el perspectivismo de Ortega y Gasset. Es decir, cada filósofo aporta sentido a la realidad y la realidad es el conjunto de perspectivas de cada uno. Con esto no defiendo el relativismo, sino que pienso que hay una verdad, pero para llegar al conocimiento de ella nos ayuda mucho escuchar a cada filósofo, y así ir completando el concepto de verdad. Se puede aprender de lo que aporta cada filósofo siempre que tenga racionalidad lo que defiende.


Actualmente se le da mucha importancia a la ciencia y a todos los progresos científicos y parece que lo que no tenga ese rigor científico no es digno de llamarse ciencia. De esta manera la filosofía puede parecer algo superado, pero de lo que trata la filosofía es de lo esencial del ser humano. Proporciona esos recursos morales que pueden ayudar a vivir mejor a título individual. Además, proporciona una visión más holística de la realidad porque al ser una materia más transversal e interdisciplinar unifica el conocimiento en contraposición a las ciencias particulares. Es una herramienta para unir todas las disciplinas, el arte, la religión, la biología, la moral, etc. y fomentar a través del diálogo un entendimiento más racional.


La filosofía ayuda a saber argumentar de modo racional, a saber escuchar la opinión de otros, a defender las ideas con argumentos rigurosos, a cambiar de opinión si se ve que el otro tiene razón y a dialogar.


A veces se puede pensar que la filosofía no tiene nada que ver con la vida cotidiana y que de qué nos sirve conocer la filosofía de los clásicos como Platón, Santo Tomás, Séneca o Epicuro. Nos puede servir ver que la vida es difícil desde que existe la humanidad, y que la felicidad no es tan fácil encontrarla si solo buscas el bienestar material, la felicidad según los clásicos tiene más que ver con el amor y la razón que en lo material.


Además de resolver problemas más de índole individual, la filosofía también es iluminadora para resolver problemas más generales y actuales de la humanidad como la ecología, los derechos humanos, los derechos de los animales, la inteligencia artificial, la ingeniería genética, el sistema político y económico adecuado para que se desarrolle la persona y nuevas formas de participación ciudadana como expone el filósofo contemporáneo Jürgen Habermas.


Sigue siendo de mucha actualidad e interés la democracia ateniense explicada por Sócrates, el relativismo de los sofistas versus la dialéctica de Platón, el hedonismo, el escepticismo, la Ilustración que prometía un progreso indefinido y el pensamiento actual propio de la sociedad líquida fruto del relativismo.


La filosofía mantiene despierto al hombre porque el día que perdamos la curiosidad, la admiración y la actitud interrogativa ante la realidad ese día habremos matado la condición humana. Aquella persona que no se pregunta por la verdad de las cosas o bien es un necio o un loco, o bien se ha dejado hipnotizar por el bienestar fruto del hedonismo exacerbado que sofoca la inquietud natural del hombre por saber quién es, cuál es su origen y qué sentido tiene su vida.

En el materialismo en el que estamos inmersos ha hecho que se precipite e impere la ley del carpe diem y de la irreflexión. Nadie se para a pensar si el modo en el que está viviendo o las relaciones que tiene son las que realmente le hacen mejor persona y, por lo tanto, le llevan a la felicidad por miedo a no encontrar un sentido sólido a su vida.


La filosofía es un salvavidas para todos aquellos valientes, inconformistas y rebeldes que les ha tocado vivir en esta época en la que la sociedad tiene una gran dosis de relativismo, hedonismo y escepticismo y da la luz suficiente para no dejarse vencer por ese opio que adormece el compromiso con la verdad que nos ofrece libertad.


En definitiva, mientras exista el hombre es bueno que se trascienda en el conocimiento, y que el hombre se siga preguntando por los porqués de la realidad que nos circunda, por nuestra libertad y responsabilidad en nuestras acciones, por el fundamento de nuestra dignidad como personas humanas, por qué somos únicos e irrepetibles, por qué no es lo mismo la categoría de sustancia que de accidente en cualquier ente, la relación entre cuerpo y psique… es decir, seguir apostando por una antropología que sea el fundamento del derecho, de la política, de la economía y de la ética.





 
 
 

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